La Policía Nacional imputa a los detenidos al menos diez delitos de estafa, seis de falsificación de documentos y cuatro de simulación de delitos. Según los agentes entre los arrestados, dos agentes de seguros, y sus supuestos cómplices se había establecido una “cadena de favores”, ya que en muchos casos los segundos no obtenían beneficios por ceder sus pólizas pero sí conocían el delito. Asimismo la investigación destapó la colaboración de tres talleres mecánicos que simulaban la reparación de falsos daños en vehículos.
Según los portavoces policiales los dos detenidos principales tenían como centro de operaciones Ciempozuelos, y pudieron llegar a estafar más de 40.000 euros a las compañías de seguros.
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