Los aparatos, pertenecientes al club de ultraligeros de Getafe, volverán a intentarlo este miércoles con el objetivo de llegar a los Pirineos, pudiendo alcanzar una velocidad de 120 kilómetros por hora y una altura de 1.000 pies.
La hoja de ruta contempla cubrir una distancia de 5.000 kilómetros en 23 etapas, atravesando seis países hasta llegar al aeropuerto de Honningsvar en el norte de Noruega.
Uno de los cuatro pilotos que participan en el viaje y presidente del club de ultraligeros de Getafe, Bernardino Rodríguez, ya manifestó antes de emprender el viaje que la principal adversidad sería la meteorológica porque estos meses suelen ser bastante revoltosos en cuanto a las tormentas por lo que intentarían hacer los vuelos por las mañanas.
Además, ha indicado que para esta expedición es preciso combinar la resistencia física, la técnica deportiva y los conocimientos y habilidades mecánicas y aeronáuticas ya que los puntos con mayores dificultades de la travesía serán los Pirineos, el Mar Báltico y las áridas estepas semidesérticas de Suecia, Finlandia y Noruega.
Este vuelo al círculo polar ártico es una de las muchas actividades programadas para conmemorar la carrera de aviones entre París y Getafe que se celebró en mayo de 1911 y ganó el aviador francés Jules Vedrines, lo que supuso la entrada de este municipio en la historia de la aviación ya que desde entonces tuvo un aeródromo propio, que años más tarde se convirtió en Base Aérea.
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