Conocida como “The Voice”, Whitney Elizabeth Houston nació en New Jersey y creció en un ambiente marcadamente musical. Su madre y su tía, Aretha Franklin, siempre cantaron profesionalmente al igual que sus primas, por lo que con 11 años comenzó a formarse como vocalista en el coro góspel infantil de su iglesia baptista. Después empezó a acompañar a su madre en uno de sus discos y ha hacer los coros a otros artistas como Chaka Khan o Jermaine Jackson, e incluso se atrevió a hacer sus “pinitos” como modelo protagonizando alguna que otra portada.
Hasta que apareció un hombre clave en escena: Clive Davis, fundador de la compañía discográfica Arista Records, quien al verla actuar junto a su madre en un club neoyorkino le ofreció un contrato discográfico en 1983. Desde entonces su carrera se precipitó en las mieles del éxito. Primero con singles, hasta que en 1985 debutó en solitario con el disco “Whitney Houston” a los 22 años, convirtiéndose en Estados Unidos en el primer álbum de debut de una artista femenina en alcalzar el puesto número uno y del que vendió cerca de 30 copias. Quién no recuerda aquel “I wanna dance with somebody” con una fresca Withney de rizos saltarines al ritmo de sus reveladores vaqueros, que dejaban al fresco su ombligo bajo una ajustada camiseta blanca, y una voz que apuntaba tan alto como su ambición.
Y es que además de cantar y componer, la Houston se atrevió con el cine. En 1992 se estrenó, también con éxito, en “El guardaespaldas” junto a Kevin Costner, cuya banda sonora incluía 6 tema cantados por ella y una versión de Dolly Parton “I will always love you”, que se convirtió en el sencillo más vendido por una cantante en la historia de la música. Después llegaron otras películas como “Esperando un respiro” del director Forest Whitaker o “La mujer del predicador” con Denzel Washington, donde repitió la fórmula de cantar en una banda sonora.
Afortunada en el trabajo, Whitney Houston no lo fue en el amor. En 1992 se casó con el cantante Bobby Brown, con quien tuvo una hija ocho meses después, y juntos montaron la productora Brown House Productions con la que todo quedaba en casa. Literalmente, porque hasta llegaron a realizar un reality-show basado en su vida familiar cotidiana. Hasta que en 2006 su vida cambió radicalmente. Tras superar rumores sobre su recaída en las drogas, sus representantes confirmaron una separación que acabaría en divorcio un año más tarde. Una relación envuelta en malos tratos, alcohol, drogas y hasta prostitución, cuando la diva acabó viviendo en la calle y vendiendo su cuerpo por cocaina y otras drogas.
Precisamente su muerte también estuvo relacionada con el consumo de estupefacientes: ansiolíticos, marihuana y un letal dosis de cocaina, que la ahogaron accidentalmente en la bañera de un hotel de Beverly Hills donde estaba preparando su intervención en la gala de los Premios Grammy 2012.
Una vez más la diva se convirtió en mito: con 7 álbumes de estudio, 3 bandas sonoras, tres recopilaciones de éxitos y 53 sencillos, gracias a una portentosa voz con un registro “altissimo” y tono de mezzosoprano. “La Voz” con la que nos quedamos y que creó una fundación infantil que lleva su nombre y que ayuda a niños sin hogar y enfermos de cáncer: Whitney Houston.
Comentarios