Este cuadro lo pintó van Gogh inspirándose en la vista que tenía desde la ventana de su cuarto en el sanatorio de Saint Paul en Saint Rémy de Provence, donde estaba ingresado, aunque la pintura brilla por su imaginación.
Colorido vibrante, pincelada sinuosa y cielo espiral, con un ciprés llameante, son algunas de las características de un cuadro que analizamos con Daniel Verdú Schuman, profesor de Historia del Arte de la Universidad Carlos III.
También hablamos de la relación del autor con su hermano Théo, fundamental en su vida, la amistad con Gaugin y de un hombre torturado que murió joven.
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