Los ahora arrestados se dedicaban a tramitar permisos de conducir portugueses a ciudadanos de países del Este, que pagaban una media de 1.500 euros por cada uno de ellos, con lo que se estima que la red podría haber obtenido unos beneficios de unos 300.000 euros.
Una portavoz de la Policía Nacional ha explicado como los miembros de la banda conseguían en Portugal los carnés de conducir gracias a la documentación falsa que preparaban a tal efecto.
A los 18 detenidos se les ha intervenido numerosa documentación fraudulenta, material informático, láminas plásticas para la impresión, una trituradora de papel, dinero en efectivo, una pistola de fogueo y una porra extensible, entre otros efectos.
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