De Fuenlabrada a Escocia, la artista local Mansura triunfa con su pintura sencilla y colorista
Mansura, a sus cuarenta años, nacida en el barrio de La Fortuna, en Leganés, se considera muy fuenlabreña. La pintura la unió con el que hoy es su marido y desde entonces vive y trabaja en esta ciudad. Una enfermedad cardiaca, ya superada, le llevó a pintar, hace ya seis años, y descubrió que ese era el camino que deseaba seguir y que ahora la ha llevado a exponer en la Feria de Arte contemporáneo de Bélgica, en otra muestra de pintura moderna de Berlín, y ahora mismo, en Escocia.
Su pintura no deja indiferente a nadie, incluso a los más expertos que la aconsejan formarse más en dimensiones y técnicas. Otros, la recomiendan seguir igual, para no perder “cierta torpeza en el trazo y la dulzura” que ahora transmite. Sus inicios, casi casuales, la han llevado a una rueda que no deja de girar.
En su temática retratos llenos de color, ciudades imaginativas y sobre todo, los gatos. Reconoce que es su animal favorito. Y es que el gato es elegante y siempre, sin ni siquiera saberlo, está posando. La definición de su pintura es la definición de ella misma. Vitalista, con protagonismo absoluto del color y muy positiva.
Su primera exposición fue en la tetería Pokhara, en Fuenlabrada, después otras salas, para empezar a internacionalizar unos cuadros que recuerdan, en algunos momentos, los trazos infantiles, combinados con una madurez que desborda “buen rollo”. Su muestra del Centro 8 de Marzo pasará en diciembre a La Gatoteca de Lavapiés y de ahí, el futuro está abierto.
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