Iván Carabaño Aguado, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y del Hospital General de Villalba, explica que son habituales lo dolores del crecimiento. “Aparecen en niños en edad escolar. Su debut es típicamente nocturno, intenso, por lo que es habitual que despierten del sueño al niño. Ceden bien con ibuprofeno” concluye mientras recuerda que esa sensación de que los niños pueden “dar un estirón cuando padecen la gripe” es una realidad contrastada.
En cuanto a enfermedades concretas, Carabaño subrayó dos relacionadas con niños deportistas. La primera es la de Osgood-Schlatter, también se la conoce como "rodilla del baloncestista", que aparece en deportistas adolescentes. Se relaciona sobre todo con deportes que impliquen salto, como el baloncesto. “Cursa con dolor bajo la rodilla, en la zona donde se inserta el tendón rotuliano en la tibia. Para prevenirlo, es importante calentar bien antes de hacer deporte, y después, estirar”, señala Carabaño.La otra, es la enfermedad de Sever, también se le llama "talalgia" o "talón del corredor", que aparece también en adolescentes y preadolescentes que practican deportes de carrera, como el atletismo o el fútbol. “Cursa con dolor en el talón”, apunta el doctor.
En lo que se refiere a la talla baja, sus dos causas más frecuentes son la talla baja familiar y el retraso constitucional del crecimiento. “Esta última se da en niños que dan más tarde de lo normal el estirón puberal aunque, finalmente, alcanzan una talla normal”.A este respecto los cambios en el inicio del a pubertad puede provocar modificaciones. En el caso de que sea pubertad precoz, “la aparición de desarrollo mamario antes de los 8 años en las niñas o como aumento del volumen testicular antes de los 9 años en los chicos”, produce consecuencias nada grave, “pero conviene que acudan a su pediatra de cabecera para que les aporte un diagnóstico de presunción”, señala Carabaño.Puede producirse también el retraso de la pubertad, “la no culminación de la pubertad a los 15-16 años”; aquí, lo más frecuente es que se asocie con un “retraso constitucional del crecimiento, y que haya antecedentes familiares”.
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