Curarse en salud: Las caídas en los mayores
Las caídas son uno de los síndromes geriátricos más importantes, provocando lesiones como las fracturas que conllevan múltiples complicaciones y la pérdida de la calidad de vida y la funcionalidad. Uno de cada tres adultos de 65 o más años tiene caídas y tan sólo menos de la mitad habla con su médico de dicho evento.
- Curarse en Salud
- 19/09/2012 a las 19:44
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Curarse en salud: Las caídas en los mayores.
Entre los adultos de 65 o más años las caídas están entre las primeras causas de muerte pero además entre el 20% y el 30% de las personas con caídas pueden presentar fracturas de cadera, heridas o traumatismo cráneoencefálico. “Muchas de las personas presentan después síndrome postcaída con importante pérdida funcional. Dicho síndrome trae la restricción de la movilidad y el miedo a volver a caerse, también genera pérdida de confianza en sí mismo y aislamiento social” explica Fran Soria Perdomo, geriatra del Hospital Infanta Elena de Valdemoro.
El riesgo de caerse aumenta con la edad, adultos de 85 o más años se caen cuatro veces más que los de 65 a 74 años pero a pesar de ello el geriatra explica que se pueden prevenir, “es un error pensar que son parte normal del envejecimiento”. El riesgo de caerse aumenta si hay debilidad muscular, antecedente de caídas,.dificultad para levantarse o para caminar, problemas de visión o de audición, artritis, depresión, problemas de memoria o incluso debido a la medicación. Por lo tanto la mejora en cualquiera de estos aspectos puede evitar o reducir el riesgo de caídas.
“Siempre que tenga una caída consulte a su médico pues ésta puede ser la manifestación de alguna enfermedad cardiovascular o neurológica y además aumenta su riesgo de caerse de nuevo” remarca Soria Perdomo.
Además sería conveniente revisar la casa para evitar obstáculos como tapetes, alfombras, felpudos u objetos atravesados; sería conveniente mejorar la iluminación y asegurarse de que haya lugar para agarrarse y evitar las caídas.
El calzado debe tener, preferiblemente, suela antiresbalante que sea de goma, con buen soporte y pequeño tacón. “Nada de chanclas, pantuflas zapatos de tacón alto” recuerda el geriatra, “ni caminar descalzo o con calcetines por el riesgo de resbalar”.
Las diferentes habitaciones también presentan dificultades: en el baño es recomendable usar un plato de ducha y tener lugares donde agarrarse junto al inodoro; en las escaleras siempre debe haber barras para subir o bajar; en pasillos o escaleras oscuras, mejorar la iluminación…Además en la calle hay que tener cuidado con las aceras estrechas, pavimento defectuoso, suelos resbaladizos, ausencia de escaleras o rampas antideslizantes y semáforos de duración breve.
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