Fran Soria, geriatra y jefe del equipo médico de apoyo quirúrgico del Hospital Sur de Alcorcón explica que en la población general afecta al 0,93% pero, en mayores de 50 años, se eleva hasta el 14%.
“Tomando en cuenta que las alteraciones del gusto van muy relacionadas a las alteraciones del olfato, observamos que este porcentaje aumenta, y según estudios realizados en población de los EEUU, este problema se presenta hasta en el 25% de los mayores de 53 años; y hasta el 62% de la población entre 80 y 97 años”, explica..
Las causas más frecuentes de disgeusia van desde las medicaciones, las infecciones, las lesiones cerebrales, radioterapia en aéreas de cabeza y cuello, la sequedad bucal, deficiencias de ciertas vitaminas y la enfermedad periodontal.
“Es importante vigilar las alteraciones en la percepción del gusto en el mayor porque es una de las causas de pérdida de apetito y la consiguiente pérdida de peso en el adulto mayor”, apunta Soria.
De hecho, la disgeusia viene incluida en lista de las “Ds” (palabras que comienzan por D en inglés y que pueden causar pérdida de peso en el mayor de forma involuntaria como lo son Dementia (demencia); Depression (depresión); Disease (enfermedad); Dysphagia (disfagia o limitación para tragar); Diarrhea (diarrea); Drugs (drogas o fármacos); Dentition (dentición) y Dysfunction (Pérdida de la función física).
Entre los medicamentos que pueden causar disgeusia, el servicio cántabro de Salud tiene publicado un boletín del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde se presenta un listado completo de fármacos, incluyendo algunos antihipertensivos, antineoplásicos, antibióticos y medicamentos como el metronidazol (12%); antiparkinsonianos como levodopa (20-40%).
Disgeusia con sabor amargo como antiparkinsonianos como levodopa (20-40%) antiepilépticos como la lamotrigina (20-40%)
Disgeusia con sabor metálico: Metronidazol (12%)
“Y también la boca seca puede estar causada por medicamentos como los medicamentos antidepresivos tricíclicos, sedantes, Tranquilizantes, antihistamínicos, antihipertensivos, antiparkinsonianos, anticonvulsivantes, relajantes musculares” completa el geriatra.
Hay algunos consejos como vigilar siempre la salud bucal (“aun en aquellas personas que se alimentan por sondas o por dispositivos gástricos percutáneos requieren buen aseo bucal”) o eliminar cualquier elemento que contribuya a la irritación bucal como algunos enjuagues bucales (“si hay heridas bucales- o piezas dentales mal ajustadas que causan lesión bucal”).
Se recomienda tratar cualquier infección que pueda haber en el área bucal, valorar cualquier posible elemento irritativo nasal que pueda estar afectando al gusto de los alimentos e incluso probar los sabores de los alimentos (“no siempre la experiencia gustativa del mayor es igual a la nuestra pero es importante que el alimento tenga un buen sabor porque esto puede conllevar problemas nutricionales”, remarca).
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