Al menos 20 delitos están relacionados con esta banda de cuatro delincuentes, tres hombres y una mujer, de entre 25 y 40 años, que siempre perpetraban sus actuaciones de la misma forma: espiaban a las víctimas en el Cobo Calleja, en sus negocios, y las seguían hasta su casa en Parla donde las estrangulaban, según una portavoz policial.
La mayoría de las ocasiones, el botín era la recaudación del día de los empresarios. Después huían en un coche que les esperaba en la calle. La Policía mantiene la operación abierta.
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