La Fiscalía pide una pena de prisión de dos años para el policía, al que acusa de un delito contra la integridad moral y otro de lesiones. Todo se remonta a un cambio en el cuadrante de turnos que realizó el entonces jefe policial al que se negaron dos sargentos y que de hecho tumbó el consistorio. Fruto de esta negativa, Villaverde emprendió diversas acciones contra uno de los sargentos, al que degradó en sus funciones y contra el que, según el relato del fiscal, llegó a proferir insultos y descalificaciones públicas.
Gervasio Villaverde se encuentra inmerso en otras polémicas, ya que en 2013 fue detenido por una presunta falsedad documental en el documento que presentó en 2007 para promocionar y llegar a la jefatura policial pinteña. Ese año además el Ayuntamiento recibió varias críticas de hosteleros de la localidad que denunciaban presiones e incluso “actitudes mafiosas” del ex jefe policial, que según el relato de dueños de bares “se iba sin pagar” de sus establecimientos.
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