Colas y celebración en la Administración de Leganés un día después de haber dado el primer premio del Niño
Gustavo Fernández se mostraba todavía emocionado y feliz tras haber repartido tantos millones entre sus vecinos. La mayoría, reconoce, gente muy humilde, en paro o con hipotecas por pagar, que ahora han visto como cambiaba su vida. Y eso es lo que querrían numerosos leganenses, que desde primera hora de la mañana hacían cola para comprar un décimo en esta administración.
Entre los agraciados los que compraron hasta tres décimos, otros que llevaron la suerte a su casa, a la de sus hermanos y sobrinos y hasta algunos, como Juliana, que rechazó comprar el número ganador, porque ya llevaba dos décimos a los que estaba suscrita desde hace años.
Gustavo recordaba cómo fue el momento en el que conoció que su Administración había vendido íntegramente el 55.487 y cómo la gente se empezó a agolpar en la puerta y en toda la calle, hasta que la policía cortó la calle. Ahora sólo espera que la suerte les siga sonriendo.
Comentarios