Los consejos parten de realizar un proceso de autoevaluación, básico para afrontar el proceso de búsqueda, con preguntas como ¿Dónde quiero trabajar? ¿Qué tipo de empresas me interesan? ¿Qué tipo de trabajos puedo desempeñar? ¿En que puesto me siento más comprometido? ¿Qué disponibilidad tengo actualmente? ¿Qué sé hacer para complementar las funciones y responsabilidades del puesto de trabajo? ¿Qué aspectos son relevantes de mi candidatura? ¿Cuáles son mis puntos débiles? ¿Qué es lo que están buscando las empresas?
Es recomendable también aquí realizar una prospección de mercado; la mayoría de las empresas no publican en los medios las necesidades de plantilla, máxime cuando quieren incorporar recién titulados para contratos en formación o practicas laborales, así que a estas posibilidades se acceden en forma de auto candidatura o por la red de contactos, donde lo que prima es la confianza en el candidato.
Se recomienda definir objetivos y empresas: realizar un listado de empresas de interés y hacer un seguimiento a lo largo del tiempo, incluso aunque encuentres empleo. “Cuanta más información registres más te acercarás a la realidad y obtendrás una visión no distorsionada del sector” apunta Emilio Martín, técnico de empleo del ayuntamiento de Parla, que recomienda “no descartar el ejercicio libre de tu profesión colaborando con otros profesionales independientes, incluso aunque encuentres empleo”.
Es conveniente visitar empresas de selección de personal, agencias de colocación, consultoras de recursos humanos y servicios de orientación profesional de las universidades para aprender de la experiencia, es decir, el objetivo es obtener información de tu posicionamiento referenciado a otros candidatos. “La persona que te entreviste puede proporcionarte información del perfil que buscan las empresas y tus posibilidades reales, pregunta sobre tus aptitudes y qué necesitas mejorar para ser un buen candidato de cara a futuras entrevistas” explica Martín.
Se aconseja crear una cuenta profesional en las principales redes sociales o elaborar una carta de presentación adaptándola a la cultura de la empresa y envíala por correo ordinario a nombre de la dirección o representante, adjuntando curriculum vitae funcional (pensado para las exigencias del puesto de trabajo) por objetivos profesionales.
Si se consigue una entrevista, debemos hacer un listado de habilidades y logros personales e informarnos sobre las empresas principales del sector y sus productos o servicios. Por supuesto en ese encuentro hay que cuidar la imagen y el lenguaje corporal, debemos destacar nuestras capacidades personales y prestar atención a las preguntas y contestar con frases cortas con términos precisos.
Los errores más frecuentes son no informarse adecuadamente de la situación de la empresa y sector, no venderse como “producto único y completo” o reaccionar con miedo ante el mercado laboral o ante una entrevista.
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