El Ayuntamiento de Pinto está culminando las obras de reforma en todas las fuentes de agua del municipio, que desde hace dos años se encontraban fuera de servicio. La clausura se debió a que, tras unos análisis, los técnicos municipales descubrieron un material PVC agrícola, prohibido para la alimentación, que presentaba bastantes dudas sobre su salubridad.
Ante el temor de un posible brote de legionelosis u otra posible infección, las autoridades decidieron cerrar el flujo de las fuentes. Pero ahora, con el nuevo gobierno municipal, el 75 por ciento de las fuentes de agua potable han sido reformadas con un material adecuado para eliminar los riesgos. Unas obras que ha realizado la empresa municipal Aserpinto.
Entre las fuentes reabiertas se encuentra la emblemática “fuente de los cuatro caños”, en el Parque del Egido. Sin embargo hay un 25 por ciento que todavía permanecen cerradas. Esto se debe, en palabras del Primer Teniente de alcalde de Pinto, Julio López Madera, a que precisan de una remodelación estructural mayor y que por ello se dotará de una partida presupuestaria adecuada.
En cualquier caso, según López Madera, en el plazo de dos meses todas las fuentes de agua potable de Pinto estarán de nuevo operativas para combatir los rigores del calor y poder beber de ellas.
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