Alejandro Yepes, uno de los organizadores de este campeonato reconoce que todavía hay mucha afición y que a muchos “se les iluminan los ojos cuando ven la maquina con la que jugaban de pequeños”.
Yepes nos habla, en una entrevista en 8madrid sur TV, sobre el origen de este juego y cómo la prohibición franquista de importar estas máquinas, permitió un desarrollo de esta industria en aquellos años. El Pinball evolucionó y pasó de lo más sencillo, a juegos más complejos, temáticos y hasta con música del momento. Cuestiones de espacio y de rentabilidad para el local, las fueron relegando al olvido.
Hoy en día, muchos coleccionistas siguen conservando auténticos ejemplares, algunos muy solicitados, que pueden alcanzar precios de hasta 4.000 euros en el mercado.
La próxima cita para el Pinball será en septiembre con el Campeonato de Europa que se organizará también en Madrid.
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