Los hechos ocurrieron el 7 de enero de 2011, cuando según la sentencia el grupo persiguió a la víctima cuando salía del karaoke, en la M-408, y la emprendió a puñaladas y patadas contra él, provocándole la muerte a primera hora de la mañana.
Por ello la sentencia dicta veinte años de cárcel para cada uno (desde el 9 de enero de 2011 están en prisión provisional), además de una indemnización a los padres de la víctima de más de 170.000 euros.
Además la autoridad judicial considera que los procesados “mintieron” en su declaración al asegurar que no habían participado en la pelea y que fue la víctima la que les atacó, ya que hay testigos que sitúan a los acusados en el lugar de los hechos y aseguran que portaban armas. Además detalla que la ropa de los condenados contiene sangre de la víctima.
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