La iniciativa parte de la idea de que cada trabajador pasa más de 1.500 horas al año en su puesto y con solo modificar algunos hábitos se pueden evitar gastos.
Las medidas que se han difundido son apagar la luz cuando no es necesaria, un gesto que supone hasta un 20 por ciento de ahorro en electricidad; poner el ordenador en modo ‘standby’, lo que permite reducir el consumo hasta la mitad, la misma disminución que se produce al mantener cerradas las puertas y las ventanas mientras funciona la climatización.
En cuanto a la iluminación se aconseja además aprovechar al máximo la luz natural, mantener las ventana libres de objetos para no obstaculizar el paso del sol y no olvidar apagar la luz al salir de lugares de uso no continuado, como archivos, salas de reuniones y aseos. Respecto a la climatización, se recomienda mantener las salas entre 26 grados en verano y 21 en invierno.
El uso del ordenador de forma racional indica la conveniencia de apagar la pantalla en paradas de más de 10 minutos y del equipo si son superiores a una hora, optar por salvapantallas negros y fondos de escritorio oscuros y ajustar el brillo a nivel medio o bajo.
También, adoptar algunas precauciones en la impresora contribuye al bajo consumo como utilizar letra arial 9, interlineado sencillo y márgenes de 1,27 centímetros, imprimir en calidad borrador y a doble cara o acumular los trabajos para encender y apagar lo menos posible.
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