Para la jubilación, para cualquier problema imprevisto o, en positivo, para la universidad de los hijos. Es normal tener un fondo de ahorros para un ‘por si acaso’.
Sin embargo la crisis y los excesos de Navidad están haciendo más empinada la cuesta de enero. Poco queda que ahorrar después de cubrir los gastos corrientes.
Ante esta situación la mayoría de los españoles viven al día. Pero no es un problema de economía, si no de idiosincrasia. España es de los países europeos que menos ahorra para el futuro.
El 36%, uno de cada tres según un estudio del Grupo ING, no tiene ningún tipo de fondo de ahorro o, por lo menos, una hucha que romper en caso de que haya que afrontar un gasto extraordinario.
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