Más de cinco millones de muertes al año se deben a un estilo de vida sedentario. Según la encuesta realizada por el Hospital Brigham y de Mujeres de la Escuela Médica de Harvard, las funestas consecuencias de no realizar una actividad física frecuente bien puede compararse a los perjuicios del tabaco.
Claro que si además de no hacer ejercicio, fumamos y no llevamos una dieta equilibrada, que luego nadie se extrañe si la salud se resiente. El estudio quiere recordar la necesidad de obligarse, aunque sea un poco, a hacer ejercicio y que las administraciones públicas conviertan este asunto en algo prioritario para la salud pública.
Hay que tomárselo en serio, porque no hablamos de estética, ni de darse una paliza en el gimnasio, sino de vencer las tentaciones del sofá y moverse día a día.
Enfermedades del corazón, diabetes o incluso algunos tipos de cáncer son más propensas a aparecer si no hacemos un poco de ejercicio. Según el estudio el 33% de los adultos es susceptible de padecerlas. Pero ojo al porcentaje de los adolescentes que, por no hacer ejercicio, también están en riesgo: son el 80%.
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