Belén, la mujer de Saturnino, se ha hecho un hueco en las escaleras de la entrada principal del Hospital Ramón y Cajal. Entre cartones y varias pancartas se está acomodando para su nueva batalla. “Cuando escuché hace días a un político decir que el Sovaldi estaba llegando a los pacientes sin problemas, casi me ahogo”, fue entonces cuando le dijo a su marido que había tomado una decisión, “Satur, me voy a poner en huelga de hambre”.
La Comunidad de Madrid admite un retraso indeseado. Según reconocen a la Cadena SER desde la Consejería de Sanidad, el pasado 20 de octubre autorizaron a los médicos de Saturnino que le dispensasen el Sovaldi. Sin embargo, es evidente que eso no ha ocurrido. Han pasado 26 días y Saturnino sigue sin recibir el medicamento que podría salvarle la vida.
El motivo del retraso es que “estamos a la espera de que nos llegue otro medicamento que debe utilizarse en una terapia combinada con el Sovaldi”, según han explicado desde la dirección del Hospital Ramón y Cajal.
Ese medicamento es Daclatasvir, un medicamento que se está prescribiendo como ‘uso compasivo’, es decir, al estar en fase experimental el laboratorio asume los costes. Pero debe ser la propia farmacéutica quien autorice el envío del medicamento, “por eso el retraso es ajeno al hospital, dependemos de que nos llegue ese medicamento”. Estas fuentes confían en que esta misma semana “Saturnino pueda empezar a recibir el tratamiento”.
Comentarios
Juan Carlos dice:
Yo también padezco HCC,de momento mi estado no es crítico . Me diagnosticaron en el 2006, en estadio F4, cirrosis. LLevo tres tratamientos y sigo tal cual. Bueno no exactamente, según la doctora que vio los últimos infromes médicos y que me quitó la incapacidad que me concedieron dos años antes, había experimentado una mejoría. La HCC no se cura sin tratamiento, y en ningún caso, se mejora. ¿de qué enfermedad se mejora sin hacer nada?. ¿qué sentido tiene la medicina si no es necesaria para mejorar a los enfermos?. En fin, la culpa es nuestra por enfermar. Esto lo hemos oído hace poco con Teresa. En breve lo podremos oir de cual quier persona que enferme. Pais de ineptos y desvergonzados.
lunes, 17 de noviembre de 2014 a las 16:19
Pedro Barrios dice:
Una de las grandes vergüenzas de nuestro triste y corrupto país es, la desatención sanitaria, que después de dejarla en "pelota picada", el gobierno pepero, que nunca va a gobernar, ni con la mayoría, que tiene, gracias al montón de mentiras y a la cantidad de imbéciles, que tiene el ya calificado país. La Hepatitis C, hay que erradicarla, que mata ¡¡¡ joder!!!.
martes, 18 de noviembre de 2014 a las 08:13