Se trata de un contrato de más de cincuenta millones de euros por la eficiencia energética de todo el municipio de Parla. Según explica esta técnico municipal, su misión era redactar los pliegos, y lo hizo siguiendo las indicaciones de un directivo de la empresa Cofely que llegó por encargo de sus superiores.
“Me pusieron una persona que era la que más o menos me guiaba en lo que era el pliego”, reconoce la técnico, aunque no sabía ni le dijeron que era una persona de Cofely, sino que se lo presentaron en Alcaldía y no le dieron explicaciones.
Ella asegura que no sabía que era de Cofely, la empresa que finalmente se llevaría este contrato, pero que el directivo influyó en todos los pliegos con una “participación del cien por cien”, ya que sugería elementos y componentes de los pliegos.
En palabras del propio juez, “metía la mano en las prescripciones técnicas”, debido, según la técnico, a que ella “no era especialista en este tema” y creía que le habían asignado a esta persona para “guiarla”.
El juez cree que además de la adjudicación del contrato se pagaron comisiones a través de una auditoria.
Comentarios