Según Yolanda, aquel día estaba todo lleno, “totalmente tercermundista” en las urgencias de Leganés. Su madre, de 74 años ingresó por una arritmia, y acabó en una camilla a unos metros de la puerta principal. Yolanda tuvo que tapar a su madre con la chaqueta porque tenía frío, y pidió a los enfermeros que la cambiasen, pero le dijeron que no podían hacer nada y que pusiera una reclamación.
Al día siguiente le dieron el alta, pero tres días después ingresó con neumonía y a los cuatro días murió. Yolanda asegura que su madre murió “porque no había sitio en urgencias”, ya que no pudo coger la neumonía fuera porque “no salió de casa” cuando le dieron el alta.
Al respecto se ha manifestado el consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, que ha asegurado que de momento no se puede hablar de mala praxis, que eso lo tendrá que decir un juez, ya que el hecho de que se produzca un fallecimiento no quiere decir que la paciente no hubiera sido bien atendida.
Desde el centro hospitalario han emitido un comunicado en el que explican que durante su estancia en el Servicio de Urgencias “la paciente ha recibido de forma contante tratamiento médico y estuvo monitorizada continuamente, realizándose las exploraciones y pruebas clínicas necesarias para su proceso médico. En ningún momento ha estado desatendida ni “aparcada” en Urgencias como se señala, sino vigilada y controlada regularmente por médicos y enfermeras de las Urgencias”.
Además, en el segundo ingreso (que derivó en el fallecimiento), “quedó ingresada en un Box de Agudos de Urgencias Generales del Nivel I, la zona de máxima vigilancia clínica por parte de los profesionales sanitarios” y fue vista por médicos cuatro veces al día, a pesar de lo cual falleció.
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