La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Valdemoro ha sido dada a conocer por Ausbanc, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, que ha llevado este caso. En concreto han informado de que el matrimonio contaba desde 2009 con 103.000 euros atrapados en preferentes de Caja Madrid.
Según Ausbanc, fue la confianza que tenían en el director de la sucursal, amigo de la familia, la que les llevó a contratar este producto, pero con una falta de información. Por tanto en esta sentencia se constata que, “valorando en conjunto la prueba practicada, no es posible entender que la información que la entidad demandada ofreció a los demandantes para formalizar el contrato de participaciones preferentes fuera clara, imparcial y acomodada a sus conocimientos”.
El abogado del caso, Vicente Rodrigo, ha manifestado que se trata de un caso más en los que la confianza en los empleados de una sucursal se ve violada al no ofrecer ninguna información a los clientes.
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