Este vecino, de nacionalidad dominicana, quiere firmar un documento ofreciendo su cuerpo, una vez fallecido, para que forme parte de la exposición, en la que a través de cadáveres humanos u órganos vitales, conservados mediante “plastinación”, se ofrece al público la posibilidad de verse por dentro.
Se trata de una persona que está en paro con cuatro hijos. Lleva seis años en España y tiene una casa con una hipoteca de 820 euros al mes. Trabajaba en una constructora pero se han quedado todos en el paro.
Los organizadores de la exposición se han puesto en contacto con él y le han dicho que su propuesta es inviable.
El coordinador de la muestra, Luis Aguirre manifestó hoy a Cadena Ser Madrid Sur que los cadáveres proceden de las universidades y que la donación de los cuerpos se produce sin ninguna contraprestación económica.
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