Nos cogemos la A-5, la carretera de Extremadura, y en poco más de dos horas nos plantamos en Cáceres. Y esta vez lo vamos a hacer acompañados de Santos Benítez, jefe del Servicio de Turismo de la Diputación de Cáceres y Cronista Oficial de Cáceres.
Con él repasamos una ciudad monumental Patrimonio de la Humanidad, donde callejear es un placer histórico y artístico. Allí podemos ver joyas como la concatedral de Santa María, la parroquia de Santiago de los Caballeros o la de San Mateo, además del Palacio de Carvajal o el de Isabel de Moctezuma, ejemplos de los más de 70 palacios conservados.
También descubrimos el sabor de Cáceres, como el cordero y la ternera locales, los jamones D.O. Dehesa de Extremadura y, cómo no, la famosa Torta del Casar como ejemplo de los maravillosos quesos. Eso por no contar con la fruta estrella del verano: las picotas del Jerte.
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