@kirai Dicen que llega otro desde Fukushima, salgo corriendo al parque mas cercano about 2 minutes ago vía Twitter for iPhone
Este tweet fue escrito en Tokio a las 11:42 hora española del 11 de marzo por @kirai, es decir Héctor García, un español que trabaja en Japón, gran fotógrafo y autor del blog kirainet.com. Al igual que él, miles de tokiotas (japoneses o foráneos) recurrieron a las redes sociales para informar sobre lo que allí ocurría, eran a la vez protagonistas, testigos y periodistas. Tal vez su intención no era la de sustituir el papel de los medios de comunicación tradicionales pero lo consiguieron: por @kirai yo supe de las réplicas, del temor a la fuga nuclear, de los problemas de abastecimiento o del corte de la red ferroviaria mucho antes de que llegase a los teletipos de los periódicos, radios o televisiones en España.
El, y otros miles de twiteros como él, sacaban fotos y las colgaban en flickr, grababan vídeos para subirlos a youtube o enlazaban con las web de todo el mundo con información sobre el desastre; en conclusión, hacían lo que solemos hacer los periodistas pero con la fuerza del que cuenta lo que vive en ese momento.
Entiéndanme, no quiero decir con esto que el periodismo ha muerto, digo que tiene que cambiar. ¿Para qué quiero un telediario que se pasa diez minutos emitiendo vídeos de un bebé que se ríe si alguien rompe un papel o un loco en el metro de Nueva York con una rata en la boca? ¡Para eso ya tengo Yonkis!.
En los medios de comunicación quiero encontrar análisis en profundidad, información pausada y voces que digan algo más allá de “espeluznante”, “apocalíptico” o “terrible”. Javier Moreno, director de ‘El País’, aseguraba hace unos días que "en unos años dejará de haber periódicos impresos en papel"; tal vez sea así pero lo que no puede dejar de haber son periodistas para que por lo menos alguien nos cuente el porqué de las cosas.
David Sañudo, periodista
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