A los detenidos se les considera responsables de la comisión de 50 robos en los que se habrían apoderado principalmente de piezas de joyería, pequeños electrodomésticos, teléfonos móviles, cámaras de video y fotográficas, televisores, dinero y documentación personal.
Las pesquisas iniciadas por la Guardia Civil para lograr la identificación de los responsables de los robos, llevaron a los agentes hasta un grupo de individuos caracterizados por su gran movilidad geográfica ya que se desplazaban por la zona noroeste y sur de la Comunidad de Madrid y por las poblaciones limítrofes pertenecientes a las provincias de Toledo y Guadalajara.
Según la Benemérita, la banda tenía una gran actividad puesto que llegaron a cometer entre tres y cuatro robos semanales, haciendo uso de vehículos de gama media adquiridos a terceras personas sin realizar ningún tipo de transferencia, con lo que, en el caso de que fueran detectados, impedían que se les pudiera relacionar con los hechos de los que eran autores.
En declaraciones a Cadena Ser Madrid Sur, una portavoz del Instituto Armado ha destacado que la banda solía actuar cuando las viviendas se encontraban desocupadas y después del robo se ponían en contacto con los receptadores del botín para deshacerse rápidamente de la mercancía.
La Guardia Civil decidió intervenir ante la sospecha de que los detenidos estuviesen preparando un gran robo en fechas próximas. El registro de las seis viviendas en las que residían los detenidos han confirmado las sospechas de los agentes, ya que el grupo se encontraba preparando el asalto a una vivienda del norte de Madrid con moradores en su interior.
La banda estaba formada por 8 varones, encargados de realizar los robos, y dos mujeres y un hombre que se encargaban de recibir la mercancía sustraída.
Comentarios