La actuación de la Guardia Civil se produjo en el polígono Industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada, donde sospecharon de la cantidad de cable almacenado. Los técnicos de infraestructuras ferroviarias confirmaron que era parte de sus instalaciones. El responsable de la chatarrería ha sido denunciado por tres infracciones administrativas e imputado por un delito de receptación. Los otros dos protagonistas están imputados por un delito de robo con fuerza en las cosas.
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