Se trata de tres presuntos delincuentes que se dedicaban, de lunes a vieres, a viajar desde Madrid a cualquier punto de España para cometer diversos robos, organizando minuciosamente los viajes para evitar ser detenidos. Lo robado era remitido a sus países de origen en parte, mientras que el resto lo utilizaban para sus gastos en España.
Según un portavoz policial, la investigación comenzó cuando en octubre una vecina de Parla denunció que le habían robado 12.000 euros a la salida de una entidad bancaria, de donde había reintegrado el dinero.
Posteriormente los ahora detenidos abordaron a un ciudadano en Madrid, al que agredieron con una navaja y botellas de vidrio para robarle su Smartphone, ataque que a punto estuvo de acabar con la vida del agredido.
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