Los hechos comenzaron en octubre cuando la mujer denunció que os individuos se habían presentado a la salida del trabajo en Getafe con un cuchillo de grandes dimensiones y reclamándole el pago de 15.000 euros. Según una portavoz policial, los individuos se identificaron como amigos de un tercero que había mantenido una relación esporádica con la mujer a través de redes sociales y que por ese motivo había sido “descubierto”, ya que era policía infiltrado.
Sin embargo la mujer sólo pudo darles 2.000 euros, por lo que días después empezó a recibir llamadas telefónicas y uno de sus asaltantes volvió a rondar su centro de trabajo para reclamar los 13.000 euros restantes, bajo amenaza de que le meterían droga en su casa para después denunciarla como traficante.
Finalmente Policía Nacional consiguió detener a los delincuentes, a los que se les incautó una escopeta con cañones recortados, un arma blanca de grandes dimensiones y una defensa extensible.
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