La visita la realiza una persona identificada como "mediador social" con la excusa de buscar una solución al desahucio, y así consiguen que les abra la puerta. Estas personas están contratadas por uno de los fondos privados que han comprado las viviendas protegidas del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA). La Plataforma de Afectados por la Hipoteca denuncia que se acercan a perfiles vulnerables que se encuentran desesperados.
Susana vive en Leganés, donde adquirió una vivienda social por tener una discapacidad y ser familia numerosa. Soltera, tiene 5 hijos, denuncia que entraron en su casa y que no volvió a saber nada más. "Me dijo que era una trabajadora social y le abrí la puerta. Me preguntó sobre mi situación económica y personal. Sacó fotos de mi casa por si había algo roto. Además, también fotografió mi DNI, el libro de familia y el certificado de minusvalía", denuncia.
Explica que no se volvieron a poner en contacto con ella: "Después no he sabido nada de la mediadora, tampoco me ha llamado, ni me ha ofrecido una solución". Fuentes del gestor privado propietario de los pisos sociales reconocen la existencia de estos mediadores pero recalcan que su intención es social, dar apoyo a los inquilinos que atraviesan una situación delicada.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca explica que este no es un caso aislado. "Estas visitas son frecuentes y no tenemos constacia de que hayan encontrado una solución a nadie", dice Feli, portavoz de la PAH. "Es una forma de intromisión en la vida personal, además tiene un claro objetivo: amedrentar a la gente y asustarla. Les llegan a decir que dejen las llaves, para no tener que hacer frente a la policía", continúa. Desconocen cuál es el objetivo real de esta visita: "Les ayuda a conocer cómo está la vivienda por dentro para preparar el día del desahucio o para agilizar la entrada de un nuevo inquilino".
Es una información de Laura Galaup.
Comentarios