Los profesionales sanitarios del centro temen que los progresivos recortes en medios materiales y humanos desemboquen en una privatización del Hospital getafense. Por eso este lunes en torno a dos centenares de trabajadores han vuelto a concentrarse a sus puertas para mostrar su indignación.
Una de las empleadas del centro, Marisa, ha destacado que ya ha habido reducción de personal y que cada semana se están cerrando camas y unidades diferentes, por lo que cree que el hospital podría quedar en un 60 por ciento de su capacidad.
Desde la dirección hospitalaria insisten en que se está produciendo una reorganización en el centro, por lo que ha habido algún cambio en el número de camas, pero que en ningún caso supone un desmantelamiento ya que se ajustan a las necesidades de la demanda.
Como ejemplo, señalan que continúan con nuevos proyectos, como el costoso e importante servicio de Hemodinámica, en Cardiología.
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