Isidoro avisa nada más empezar: “Esto no se ha terminado, Bankia puede recurrir”. Espera que el caso vaya para largo, pero se alegra de que la Justicia empiece a reconocer que lo de las preferentes ha sido una estafa, ya que como reconoce su sentencia, de un juzgado de Leganés, el cliente no tenía un “conocimiento cabal” del producto que estaba adquiriendo.
Isidoro explica que su agente de Bankia sabía perfectamente que no quería correr riesgos con su dinero, pero que aun así le propuso participaciones preferentes. Y él, claro, no se leyó el “catecismo” que le dieron como condiciones. Por eso se pregunta si habrá que ir ahora con abogado a los bancos.
Isidoro cree que después de 40 años trabajando siente que le han tomado por pardillo y espera que la Justicia empiece a reconocer los derechos de los pequeños usuarios.
Comentarios
cantueso dice:
Y tú sabes leer. Los bancos firmaron contratos de hipoteca con gente que no sabía leerlos. Además, los bancos estaban enchufados con las llamadas "financieras" que a veces recomendaban a sus clientes que para la firma del contrato acudiesen con algún familiar "como pequeña garantía". Ahora, por un piso mal vendido pueden coger dos.
viernes, 05 de abril de 2013 a las 10:35