Ha apuntado que el anterior soterramiento de vías en Getafe, el de la línea de Cercanías C-4 (Madrid-Parla) hace diez años, se hizo mal.
En opinión de Soler, lo que hay que hacer en cuestión de infraestructuras es el metro a El Casar, después el soterramiento de la A-42 y, por último, el soterramiento de las vías sería maravilloso, si pudiera hacerse sin un coste social importante porque hay que tener en cuenta que cada vez que se invierte dinero en infraestructuras se resienten otras partes del presupuesto.
Pedro Castro firmó un convenio hace cuatro meses con el ministro de Fomento, José Blanco, para iniciar el proceso de enterramiento de la C-3 mediante la elaboración del proyecto para ver la viabilidad económica y decidir si se desarrolla a través de un consorcio, una empresa mancomunada, con los otros cuatro municipios que también soterrarán las vías, como son Móstoles, Leganés, Fuenlabrada y Alcorcón, o una empresa propia.
El soterramiento de las segundas vías del tren en Getafe beneficiaría, según dijo entonces Castro, a las zonas de Los Molinos, El Casar, Los Espartales, Getafe Norte y Juan de la Cierva, con la recuperación de un millón de metros cuadrados en la superficie para zonas verdes.
El tramo de vía a enterrar sería el comprendido entre la empresa EADS-CASA y el límite con el barrio madrileño de Villaverde, en un trayecto que discurre entre el polígono industrial de Los Angeles, en un margen, y la zona del casco urbano, en el otro margen.
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