Volvemos al trabajo, a la rutina diaria, a los atascos por la mañana. Se acabaron, para muchos, las vacaciones de verano y, en algunos casos, puede convertirse en un mal trago.
Es lo que se conoce como síndrome postvacacional y que suele manifestarse como una pequeña depresión con síntomas como irritabilidad, tristeza, insomnio, dolores de cabeza alteraciones del apetito o desmotivación.
Según un estudio de la empresa de Recursos Humanos Randstad, los sufren 6 de cada 10 trabajadores.
Según el estudio el 57% de los trabajadores reconoce sufrir el famoso síndrome postvacional aunque, al parecer, son las mujeres las que más lo notan.
Ellas afirman sufrirlo en un 63% de las ocasiones ya que, en general, tienen que lidiar su vida laboral y personal al mismo tiempo.
Asimismo, y según el estudio, son los trabajadores en su segundo tramo de carera, entre los 25 y 29 años los que más lo notan. Son un 65%. Al parecer, los que empiezan o los veteranos no les cuesta tanto volver al trabajo.
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