Pocos hombres saben hacer una música tan delicada con una voz tan deliciosa como el británico Mick Hucknall, el líder de los Simply Red. Pero cuidado, porque en su último trabajo, capitaneado por el single “Shine on”, de este mismo año, escuchamos algo más movidito de lo que estamos acostumbrados. Vamos a repasar una carrera de éxitos en el soul que empezaba hace 30 años.
Corría el año 1985 y los Simply Red se presentaban con esta ochentera versión de “Money’s too tight to mention” y con ese pelazo asimétrico y pelirrojo. La voz ya tenía algo que atrapaba al oyente. El álbum se llamaba Picture Book y aunque fue muy bien recibido desde el principio, fue con la reedición de “Holding back the years” cuando el mundo descubría una joya del tiempo lento del soul.
A pesar del exitazo que cosecharon, el segundo disco de los Simply Red no funcionó tan bien. Sí lo hicieron con su tercer intento, “A New Flame”, de 1989, con el que llegaron al disco de oro. Y aunque tenían interesantes composiciones propias, fue otra versión, “If you don’t know me by know”, la encargada de recoger la mayoría de parabienes.
Pero la explosión absoluta llegó en 1991 con el disco Stars, cuya canción homónima catapultó a Simply Red como máximo exponente del soul blanco especialmente en Gran Bretaña. Tanto que llegaron a vender aquel año más que absolutas bestias discográficas como Michael Jackson o Guns n’ Roses.
Curiosamente, tras diez años de éxitos, Simply Red aún no había tenido nunca una canción en el número uno de las listas británicas, aunque sí en el resto del mundo angloparlante. Ese logro lo alcanzaron en el 95 con “Fairground”, del disco Life, con una interesante percusión que exploraba nuevos ritmos.
Después de esta incursion “marchosa”, volvieron a su tiempo lento, aunque seguían recogiendo cortes con influencia rock. En cualquier caso “Say you love me” regresaba a su estilo propio con la voz de Hucknall tocando directamente cada alma. Estamos ya en 1997 con el disco “Blue”.
Tras más versiones y grandes éxitos llegó una época de experimentación, algún disco descartable y “Home”, en 2003, donde Simply Red se apartaba de su habitual carisma pero con el que alcanzaban quizá uno de sus últimos éxitos, “Sunrise”, tema la verdad bastante sugerente.
Y aunque desde entonces no han tenido grandes aciertos discográficos, debemos recordar que la banda anunció en 2010 ya había “tenido suficiente” y que se separaba. Una de tantas rupturas de mentira, porque ya saben que este año han decidido volver al estudio y a la carretera. Pero nos vamos con una canción de hace unos años, 2007, “Stay”, casi como ejemplo de lo tibia que se había vuelto su música tras tantos buenos éxitos.
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