Esta semana toca hablar de estudios independientes, pero pujantes. Hace unos meses ya le dedicamos unas líneas (minutos) al lanzamiento de Dead Synchronicity, una aventura gráfica de corte clásico que jugaba de forma muy meritoria con el espacio- tiempo y con un aspecto artístico impactante. Pues bien, detrás de este juego está el estudio Fictiorama, con sede en San Sebastián de los Reyes, y hemos conversado con un de sus responsables, Luis Oliván
Lo primero que llama la atención es que Fictiorama tiene un carácter casi familiar, pues está compuesto por tres hermanos aficionados a jugar juntos a los videojuegos desde pequeños. Desde entonces soñaban con hacer sus propios juegos, y en este 2015 ese sueño se convirtió en realidad con la ayuda de Martín Barbudo en la vertiente artística. “En una oficina muy pequeñita” y con un ordenador cada uno (salvo el responsable de programación, que tiene más a su alcance) echaron a andar en 2013.
Su opera prima ha visto la luz gracias a la recolección popular de fondos mediante crowdfunding, donde han alcanzado los 50.000 dólares con más de 1.600 colaboradores que han actuado también de testeadores del juego. Una de sus labores más duras fue la de promoción del crowfunding, para que la gente conociera el proyecto mediante mensajes directos y variados.
Luis Oliván se ha mostrado muy satisfecho con la acogida de público y crítica de Dead Synchronicity, un título que ha sido traducido al ruso y doblado al inglés y alemán. El doblaje al español no ha sido posible en esta primera obra por cuestiones económicas (suponía unos 20.000 euros extra), pero ya es todo un logro haber incluido una banda sonora tan buena como la del grupo Kovalski (también con lazos familiares). Respecto al futuro, Fictiorama trabaja en una aventura textual a modo de precuela de Dead Synchronicity. Les auguramos un magnífico futuro en la industria.
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