“En España no se desayuna bien, e incluso ves a gente desayunando en los atascos” señala Silvia Gómez de Desayunos con encanto, que recuerda que “hay que dedicar un momento a esta comida, porque después nos sirve para activarte y preparar el día bien”.
Un buen desayuno debe tener cereales, lácteos y zumo, también se pueden añadir proteínas animales como “jamón” e incluso la bollería, “sin excesos”, puede ser una opción.
Además a esto hay que sumar el “efecto dominó” ya que, unos padres que desayunan mal, son ejemplo para un niño que desayuna mal. “El tiempo y la costumbre son enemigos de un buen desayuno“ explica Gómez y el propio Ministerio de Sanidad ofrece datos preocupantes: el 8% de los niños españoles acuden al colegio sin haber desayunado y se ha demostrado que la prevalencia de obesidad es superior en aquellas personas que toman un desayuno escaso o lo omiten. Además, para el 19,3% de la población infantil y juvenil el desayuno consiste únicamente en un vaso de leche, mientras que para el 56% el vaso de leche se acompaña de algún hidrato de carbono. Sólo un 7,5% de los niños toman un desayuno equilibrado compuesto por leche, fruta o zumo e hidratos de carbono.
Las prisas por llegar a la escuela y la somnolencia de los primeros momentos de la mañana, en ocasiones impiden realizar la primera comida del día correctamente, lo que puede provocar una disminución de la atención y del rendimiento en las primeras horas de clase. La familia debe tratar de organizar su tiempo para que el escolar pueda disfrutar de un buen desayuno.
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