Pablo Núñez, gerente de Aluminios España, confirma que, “aunque en un primer momento el gasto es mayor por el cambio de la ventana, luego el ahorro se nota indediatamente”.
Los cristales térmicos aíslan el interior del exterior, al romper el puente térmico entre el exterior y el hogar. “Se nota tanto para el frío como para el calor”, reseña Núñez. Esta época de verano es la elegida mayoritariamente por la gente para cambiar las ventanas, aprovechando el buen tiempo, dado además que los trabajos de desmontaje y montaje se realizan en el mismo día.
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