Si de algo está orgulloso José Ramón Sandoval es de sus orígenes. Sus inicios entrenando en campos de tierra y en divisiones inferiores a equipos como el de Humanes, el Parla o el Atlético Pinto.
Se siente un privilegiado por hacer lo que le gusta y por ocupar el banquillo del Sporting, en el que antes se sentó un grande como Manuel Preciado. “Es una gran responsabilidad”, asegura.
Nos habla de su infancia, “una época muy bonita” en la que ya jugaba al fútbol con cinco años, en la plaza del pueblo, a la hora de misa. Pero cuando su padre sufrió un infarto, él y su hermano mayor tuvieron que hacerse cargo del restaurante familiar y a partir de ahí formó parte de uno de los proyectos más brillantes de restauración como es Coque, al frente del cual ahora destaca su hermano Mario Sandoval.
Pero, José Ramón sabía que lo suyo era el fútbol y cuando triunfó como entrenador del Rayo Vallecano, todo cambió.
En esta charla nos habla de sus sueños con el Sporting, subir al equipo de nuevo a primera, y del gran pilar que supone para él su mujer y sus hijas. “Son el secreto de mi éxito”, nos confiesa en su entrevista más humana.
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