Escolar es un hombre lleno de vitalidad. Sus amigos le definen como campechano, buen conversador y autocrítico. Le gusta el campo, el fútbol y la caza, aunque su verdadera pasión nace y vive en Monte Valdetiétar, la finca que tiene en Lanzahita, Ávila, donde cuida y mima la ganadería brava que tantas alegrías le ha dado. Dicen los críticos que desde que en 1981, la adquiriera, sus animales están considerados como de los más duros, pero también irregulares en las plazas.
En este SER del Sur, José Escolar, nos habla de cómo el toro estuvo presente en su vida desde la infancia, con la ganadería de su padre, también fuenlabreño. Nos cuenta sus mejores momentos y los que querría olvidar, los triunfos en Francia y la futura sucesión, a través de su nieto, hijo de El Fundi y de una de sus hijas.
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