Una gran parte de la población española padece dolor de espalda de manera crónica. Del abanico de dolores que podemos sufrir éste es el más frecuente (supone un 60’5%), seguido de las articulaciones (con un 40’2%), la cabeza (un 34’7%) y los hombros (23’2%). Además pueden acarrear consecuencias como ansiedad, insomnio y depresión.
6.100.000 españoles sufren algún tipo de dolor como estos, lo que supone un 17’5% de la población. Además 714.000 lo padece de manera severa.
Así se desprende del estudio que ha realizado Kantar Health, el primero que se lleva a cabo sobre el dolor de la población adulta desde el Pain in Europe de 2003, de ahí su relevancia porque, además, dicen los expertos, no hay muchos datos sobre el dolor crónico y su repercusión social, a pesar de que represente un problema para la salud pública.
Y lo cierto es que influye en nuestra vida cotidiana. Más de la mitad de aquellos que sufren un dolor severo reconoce que ha tenido que limitar sus acciones sociales, y se ha demostrado que el 39% de las personas que sufren un dolor intenso se ausentan más a menudo de su puesto de trabajo.
Por sexo, parece que son más las mujeres las que sufren dolores (un 51%); mientras que por edad es la franja de 40 a 60 años donde se aprecia una mayor prevalencia.
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