Se cumple un mes de la desaparición de Antonio Álvarez, el anciano de Valdemoro al que se perdió la pista en las inmediaciones de la estación
Ya hace un mes que la familia de Antonio Álvarez vive sin tener noticias de él, desde que el pasado 5 de junio se le perdiese la pista en las inmediaciones de la estación de tren de Valdemoro. Desde entonces, la localidad entera se ha volcado en intentar localizar a este anciano, de 77 años de edad y enfermo de alzheimer, sin que las múltiples batidas que han peinado la zona hayan arrojado novedad alguna.
- Actualidad - Valdemoro
- 05/07/2011 a las 17:27
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Se cumple un mes de la desaparición de Antonio Álvarez, el anciano de Valdemoro al que se perdió la pista en las inmediaciones de la estación
Desde el día de su desaparición, la única pista fiable que ha llegado hasta la familia de Antonio ha sido la de un vecino de Valdemoro que afirmó haberle visto ese mismo domingo en la calle Libertad.
Con el objetivo de organizar la búsqueda y desestimar pistas como las que llevaron a buscar al desaparecido en las inmediaciones de la Gran Vía de Madrid, la familia y amigos de Antonio Álvarez ha creado un blog (http://buscandoaantonio.blogspot.com) en el que se está recopilando toda la información disponible y preparando nuevas batidas como la que se organizó el pasado fin de semana y que llegó hasta la localidad toledana de Esquivias.
Ricardo, uno de los yernos de Antonio, ha explicado que ya se ha peinado la zona de arriba abajo, llegándose incluso a revisar las cámaras de seguridad de la estación de tren o comercios por los que hubiera podido pasar. Todo ello, sin conseguir dar con su paradero.
Por su parte, Carlos Álvarez, hijo del desaparecido, ha indicado que después de tantos días sin ninguna pista, la familia necesita conocer el desenlace, saber qué ha pasado con Antonio ya que, según ha explicado, “genera mucha ansiedad el no saber” y “para bien o para mal”, lo que necesitan es encontrar a su padre.
Antonio Álvarez mide 1,60 de altura, anda ligeramente encorvado, tiene el pelo cano, iba indocumentado y llevaba un dispositivo de teleasistencia sin batería. En el momento de su desaparición vestía pantalón marrón y una camisa beige de manga larga.
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