En España el paro en enfermería pasó de mayo de 2011 de 3.000 a algo más de 16.000 en el mismo mes de este año. Estas cifras explican que muchas de estas profesionales se estén marchando a otros países, donde encuentra trabajo y además, mejor pagado.
Para Rafael LLetget, director general del Consejo General de Enfermería, las causas están muy claras. “Se ha cerrado el grifo de la contratación en todas las comunidades autónomas y cada vez se cubren menos suplencias”, asegura.
Óscar Aguado, enfermero, cuenta como cada vez se encuentra con más compañeras que se marchan. En Europa la profesión de enfermería tiene una consideración profesional y social más elevada y la mejora económica puede estar entre 500 y 1.000 euros más, comenta Aguado.
Y es que en nuestro país, como reconoce Susana Herrero, enfermera y tutora de Residentes de Comunitaria en el Centro de Salud de la Calle Alicante de Fuenlabrada, cada vez hay menos oferta de plazas. Con los recortes sanitarios sólo se viene cubriendo un 30% de las suplencias, con lo que la salida para los que terminan los estudios es o preparar una especialidad o marcharse fuera.
Esta situación no sólo genera un empobrecimiento del sector, sino que además, los escasos recursos y la poca cobertura de las bajas, provoca saturación de trabajo y que se resienta la atención asistencial, según afirma Herrero.
Todos esperan que cambien las tornas y el cartel de “se busca enfermera” se cuelgue dentro de nuestras fronteras.
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