Suele decirse que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. La frase, manida hasta la saciedad en las crónicas de actualidad cae de lleno en un lenguaje sexista que, ya de por sí, sitúa a la mujer a un paso detrás del hombre.
Que se lo digan si no a todas las primeras damas, vicepresidentas, y princesas de la casa real que co-protagonizan las noticias. El tratamiento que de ellas hacen los medios no siempre suele ser el más correcto. Baste recordar el método en el que desvariaron algunos a la hora de presentar a la ministra Carme Chacón sin despegar el adjetivo “embarazada” de su cargo de ministra de Defensa.
Y esto ocurre en cargos de proyección pública, donde, en efecto, cada vez encontramos más mujeres. No ocurre así, sin embargo, en puestos de relevancia en empresas privadas, donde es difícil encontrar la voz de una mujer. Pocas veces, veremos en un informativo a una empresaria (que no lleve una tienda de ropa) o a la directora de alguna organización (que no sea de cooperación social).
Y es que encasillar a las mujeres en este tipo de clichés es lo que ha llevado a crear un estereotipo, en gran medida erróneo, sobre la mujer. Este fenómeno es el que ha abordado la periodista Pilar López en una conferencia sobre “La imagen de la mujer en los medios de la comunicación”.
Para evitar estos “tropiezos periodísticos”, López propone un código de protocolo en el que ofrece algunos consejos como, por ejemplo: dar voz a la mujer en todos los espectros laborales y no en los típicos clichés sociales o familiares, evitar descripciones físicas que no se realizarían para un hombre y, sobretodo, desvincular ciertos lenguajes victimistas con el género femenino.
El Centro para la Igualdad 8 de Marzo ha acogido la conferencia de Pilar López sobre la representación femenina en los medios informativos. Con ella, la Concejalía en la materia abre un ciclo de iniciativas sobre género y medios de comunicación.
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