El alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, ha sido uno de los más beligerantes contra esta reforma, lleva meses denunciando que se establecen recorridos para privatizar servicios y no se entra en la cuestión de la financiación municipal, una posición compartida por otros alcaldes socialistas de la región.
La mayoría se muestran partidarios de limitar los sueldos de los cargos públicos o reducir el personal de confianza pero rechazan la intervención de los ayuntamientos “no eficientes económicamente” o la eliminación de competencias.
Los alcaldes del Partido Popular tampoco están de acuerdo con lo que se conoce hasta ahora de esta reforma, algunos como el de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa llevó al pleno una moción rechazándola. El regidor alcobendense si cree en la necesidad urgente de eliminar la duplicidad de competencias.
En uno de los asuntos más polémicos, la reducción de los sueldos públicos, algunos alcaldes creen que los mejores profesionales van a preferir trabajar en la empresa privada.
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