¿Puede un pequeño comercio aguantar el ritmo de la liberalización horaria?
A priori, los comerciantes reciben en guardia la propuesta de la Comunidad de Madrid de liberalizar los horarios de aquellos comercios de menos de 750 metros cuadrados.
Muchos, reconocen que los pequeños establecimientos no pueden soportar el mismo ritmo de apertura que un centro comercial y temen que desacostumbrar a los clientes a comprar en los horarios habituales acabe empujándoles a hacerlo en las grandes superficies.
Así pues ¿se trata de una medida para fomentar el pequeño comercio o un paso más hacia una neoliberalización exacerbada? ¿Puede una idea concebida para potenciar la competitividad volverse en contra de los propios comerciantes?
Como siempre hay opiniones de todo tipo. Por su parte los clientes de a pié recogen favorablemente que tengan la opción de hacer sus comprar los domingos y festivos, aunque se solidarizan con los pequeños negocios que van a tener que ampliar su jornada laborar.
Mientras, desde Fuenlabrada, la Asociación Profesional de Comerciantes pide que las reglas sean las mismas para todos y que nadie juegue en desventaja, por que así les puede resultar difícil a las pymes competir con el modelo de negocio de las grandes superficies o con otros mercados que, critican, parecen estar en un limbo horario, como son los comercios asiáticos.
Así las cosas, del borrador presentado por el Gobierno Regional destacan como una buena idea las “licencias express” que facilitarían la apertura de nuevos establecimientos, pero matizan que esa libertad de horarios no será buena para todos los modelos de negocio, ya que aquellos que tengan suficiente plantilla sí que podrán aguantar el ritmo, pero no tanto aquellos negocios familiares que a duras penas pueden compaginar la vida laboral y familiar.
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