En principio, cualquier comprador al que se le pregunte si le gustaría poder hacer sus comprar a cualquier hora del día y cualquier día del año, responde que por su puesto. Pero también hay quien se pone en el lugar del pequeño comerciante.
Éstos no parecen muy convencidos de unas nuevas reglas neoliberalizadoras que, a pesar de que jueguen en pro de potenciar las ventas de los comercios, no beneficie por igual a todos los comerciantes.
Porque no es lo mismo tener una plantilla de varias docenas de trabajadores, que una plantilla de una familia. El Foro de Empresarios de Comercio Urbano (FECUR) avisa de sólo las grandes superpies podrán permitirse la liberalización de horarios aprobada por la Asamblea de Madrid.
Ésta permitirá que los propios comerciantes decidan su horario y qué días festivos quieren abrir. Esto permitirá, según la Consejería de Economía Hacienda generar más 20.000 empleos nuevos. Sin embargo FECUR teme que esta extrema competencia obligue a muchos pequeños comercios a cerrar a la larga y ocurra todo lo contrario, que se pierdan hasta 40.000 empleos.
Estimaciones distintas y opiniones encontradas dependiendo, como siempre, del prisma del cristal con el que se mire.
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