“Por una vivienda de 120.000 euros merece la pena pasar un poco de frío”
La noticia ha corrido como la pólvora y, ahora, más de mil personas hacen cola a las puertas de la Asociación de Vecinos La Avanzada. A pesar del frío y de las incomodidades todos soportan la espera con ilusión. Y es que aunque muchos han dormido en la calle por primera vez en su vida no pierden el buen humor. Las horas se hacen largas y se combaten con pasatiempos, naipes o charlas alrededor de la lumbre. Una experiencia que a muchos se les antoja de campamento.
Con improvisadas tiendas de campaña, hornillos de gas y víveres para una semana, los aspirantes a las viviendas ofertadas se apoyan unos a otros convirtiéndose, durante estos días, en una gran familia. La gran afluencia de gente les ha obligado a llevar un control propio, como si de una comuna se tratase. Por cada 50 personas nombran a un jefe de grupo que, como es el caso del joven Roberto Nieto, pasa lista a diario para ir controlando los turnos y evitar que nadie pierda la vez.
Desde jóvenes que quieren acceder a su primera vivienda hasta familias enteras comparten el tramo del carril bici donde se han apostado día y noche. Algunos han hecho de este su hogar por una semana, otros hacen relevos a amigos o familiares que deben trabajar. Pero todos comparten una misma experiencia: vivir en la calle por unos días, para tener un hogar de por vida.
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