Pleno de investidura lleno de símbolos y con un público tenso y dividido en Getafe
A las nueve y media de la mañana ya había más de medio centenar de personas esperando a las puertas del teatro del Federico García Lorca para entrar a presenciar el pleno. Unas trescientas personas llenaban a las diez, hora de comienzo de la sesión, el teatro y muchas otras se quedaban a las puertas. Había expectación por el cambio que se avecinaba y por la presencia de nuevas formaciones, como Ahora Getafe, decisivas para ese cambio.
Los concejales de este partido prometían su cargo por imperativo legal y en la misma línea, su portavoz, Vanesa Lillo, lo hacía “sin renunciar a los principios” y hasta que “se inicie un proceso constituyente y recuperemos la democracia real”.
En un gesto de trasparencia los concejales de PSOE, IU y Ahora Getafe, mostraban al público la papeleta de su voto a Sara Hernández, entre aplausos y vítores.
Pero lo más tenso de la jornada han sido los abucheos e increpaciones que ha recibido el ex alcalde Juan Soler, a quien le costaba hacerse oír, cuando ofrecía su intervención y, sobre todo, al hablar del trabajo hecho.
El público asistente llenó la sala de aplausos a unos, silencios y abucheos para otros, en una sesión donde ha definido el cambio político de Getafe con un nuevo y decisivo actor político como es Ahora Getafe. Después de cuatro años de gobierno del PP, la ciudad vuelve a ser gobernada por los socialistas, partido que ha regido su destino desde el comienzo de la democracia.
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